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Washington acelera su estrategia frente al avance de China en el Pacífico Sur.
Estados Unidos ha iniciado conversaciones con las Islas Cook para realizar exploraciones conjuntas en busca de minerales en el lecho marino, en una clara respuesta a los recientes acuerdos que la nación del Pacífico Sur firmó con China, los cuales incluyen cooperación en minería submarina.
El Departamento de Estado de EE.UU. anunció que el acuerdo contempla el mapeo geológico de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de las Islas Cook, la cual ha sido calificada como “una de las regiones más prometedoras para depósitos minerales de aguas profundas”, destacando así su potencial para la extracción de nódulos polimetálicos, ricos en cobre, níquel, manganeso y cobalto.
Geopolítica de minerales críticos
Este nuevo acercamiento de Washington se enmarca en su estrategia para asegurar el acceso a minerales críticos frente al dominio casi total de China en este mercado. En abril, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para acelerar los permisos de minería en aguas profundas, abriendo camino a una “fiebre del oro submarina”, según palabras del propio mandatario.
La iniciativa también responde a tensiones diplomáticas previas. En febrero, las Islas Cook firmaron una alianza estratégica con China que incluye minería marina, educación e infraestructura, lo que provocó que Nueva Zelanda suspendiera su apoyo presupuestario al considerar que no fue consultada. Pese a ello, Wellington declaró esta semana que “respeta los derechos de los Estados sobre sus recursos minerales”.
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Minería submarina bajo lupa
La minería de los fondos marinos es una industria emergente con amplio potencial, pero también rodeada de cuestionamientos. Aunque sus defensores argumentan que podría tener menor impacto ambiental que las operaciones terrestres, científicos advierten que la perturbación de los ecosistemas marinos profundos podría desencadenar consecuencias irreversibles.
En ese contexto, la empresa canadiense The Metals Company (Nasdaq: TMC) —a través de su filial estadounidense— fue la primera en presentar una solicitud para explotar nódulos en la zona Clarion Clipperton, amparándose en una antigua ley estadounidense de 1980. Esta semana, la firma anunció sus primeras reservas probables en el proyecto NORI-D, afianzando su posición en la carrera por los recursos oceánicos.
Tensión por gobernanza de los océanos
Expertos en derecho internacional advierten que el enfoque unilateral de Estados Unidos podría debilitar los marcos normativos establecidos por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), tratado que Washington no ha ratificado, pero usualmente respeta. “Podría alentar a otros países a reclamar zonas marinas de forma unilateral”, alertó el abogado Scot Anderson, especialista en minería marina.
Mientras tanto, las Islas Cook se posicionan como un nuevo epicentro de la disputa global por minerales estratégicos. Su ubicación, riqueza geológica y protagonismo en acuerdos bilaterales las convierten en un actor clave en la configuración de las futuras cadenas de suministro de metales esenciales para la transición energética.
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