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El ingreso clandestino de dinamita y ANFO desde Brasil fortalece a las mafias que operan en la minería ilegal de oro en La Libertad y extiende su violencia a zonas urbanas como Trujillo.
Las investigaciones de la policía muestran que el destino final de gran parte de los insumos incautados son las minas ilegales de Pataz (La Libertad), donde se utilizan en socavones y voladuras sin control. Desde allí, los explosivos se redistribuyen a otros enclaves ilegales del país y terminan siendo parte de una economía criminal que ya traspasó el ámbito minero para impactar en la seguridad urbana.
El Comando Vermelho abre la ruta desde Brasil hacia Perú
La ruta clandestina comienza en Brasil, cruza hacia Colombia y penetra al Perú por la frontera amazónica. Este circuito, dominado por el Comando Vermelho, permite abastecer a mafias locales con dinamita, ANFO y detonantes, que luego llegan a La Libertad y se expanden hacia Chimbote y Lima. La alianza entre grupos internacionales y bandas locales hace que el flujo de materiales sea constante y difícil de detener.
Los atentados en Trujillo muestran la conexión entre minería ilegal y crimen urbano
En los últimos meses, Trujillo se ha convertido en escenario de atentados con explosivos contra viviendas y comercios, donde bandas vinculadas a la minería ilegal buscan extender su control. Entre las incautaciones recientes figuran cartuchos de dinamita de marca internacional y detonantes artesanales elaborados con fertilizantes, lo que evidencia la combinación de insumos importados y producción casera.
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La minería formal pierde competitividad mientras la ilegalidad se fortalece
El uso indiscriminado de explosivos no solo genera violencia en las ciudades, sino que también afecta la competitividad de la minería formal, que debe operar con estrictas normas ambientales y de seguridad. Mientras los proyectos legales enfrentan trámites burocráticos y costos crecientes, las mafias ilegales avanzan con logística transnacional, erosionando la confianza en el sector minero formal.
El Estado enfrenta el reto de controlar las fronteras y recuperar el territorio
Expertos coinciden en que el Perú necesita una estrategia integral que combine control fronterizo, trazabilidad de explosivos, cooperación internacional y apoyo a la minería formal. De no aplicarse estas medidas, advierten, el país corre el riesgo de consolidar un sistema paralelo donde los explosivos se convierten en la principal herramienta de la minería ilegal y el crimen organizado.