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Un sobrevuelo de la FCDS–Perú y autoridades reveló el avance de la minería ilegal en los ríos Napo y Nanay, generando graves riesgos para la seguridad hídrica y ambiental de la Amazonía.
Las principales fuentes de agua de Iquitos se encuentran en peligro. Un reciente sobrevuelo realizado por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS–Perú), junto a autoridades y representantes diplomáticos, reveló la presencia de más de 40 dragas mineras ilegales operando en los ríos Napo y Nanay, que abastecen de agua a la ciudad más grande de la Amazonía peruana. Desde el aire, las imágenes evidencian el deterioro ambiental: ríos turbios, campamentos clandestinos y montículos de arena producto de la extracción ilegal de oro.
El operativo, efectuado los días 29 y 30 de septiembre, recorrió las cuencas del Nanay, Napo, Cotuhé y bajo Amazonas, zonas críticas para la biodiversidad y la pesca local. Los registros muestran que la minería ilegal se ha expandido incluso en áreas de amortiguamiento de reservas naturales. Entre 2001 y 2023, los distritos de Alto Nanay y Napo perdieron más de 15 800 hectáreas de bosque, reflejando la acelerada degradación del ecosistema amazónico. “Hoy hemos realizado un sobrevuelo con la Fundación FCDS, que trabaja en visibilización y documentación. Es un trabajo muy importante para entender la complejidad de la situación actual”, declaró el embajador de Noruega, Per Nilsen.
Durante la segunda jornada, el equipo inspeccionó la cuenca del río Cotuhé y la frontera con Colombia y Brasil, donde se observó un fenómeno adicional: la expansión de cultivos ilícitos de hoja de coca. Se detectaron nuevos lotes sembrados y desmontes en proceso, lo que evidencia una peligrosa convergencia de economías ilegales. El fiscal especializado en materia ambiental, Franco Gonzales, advirtió que “el sobrevuelo evidenció delitos ambientales en Cotuhé y Putumayo, como minería ilegal y cultivos ilícitos, que están golpeando gravemente a nuestra Amazonía”.
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Los sobrevuelos contaron con el apoyo de la Fundación Gordon and Betty Moore y la participación de la FEMA, FECOR, Sernanp, ACCA, la Sociedad Zoológica de Frankfurt, el Comité de Defensa del Agua y las embajadas de Noruega y Alemania. Las instituciones coincidieron en la urgencia de fortalecer la presencia del Estado, mejorar la fiscalización y coordinar una estrategia integral que detenga la expansión de la minería ilegal, el narcotráfico y la deforestación. La protección de los ríos Napo y Nanay resulta esencial para garantizar el acceso al agua segura y preservar la biodiversidad en una de las regiones más vulnerables del país.