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El repunte, impulsado por la demanda de refugios financieros y la escasez en Londres, eleva la cotización más de 70% en el año.
Los precios al contado de la plata superaron los US$50 la onza, alcanzando su nivel más alto en décadas por el aumento de la demanda de activos refugio y una fuerte escasez en el mercado londinense de metales preciosos. El alza de 2,3% registrada el jueves llevó al metal a niveles no vistos desde la crisis de los hermanos Hunt en los años 80, consolidando un repunte que ha elevado su cotización más de 70% en lo que va del año.
La intensificación de los temores fiscales en Estados Unidos, el sobrecalentamiento bursátil y las amenazas a la independencia de la Reserva Federal impulsaron esta búsqueda de seguridad financiera. Mientras tanto, la escasez de plata disponible en Londres ha disparado los costos de financiamiento, generando tensiones en un mercado que es clave para la formación de precios internacionales.
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En la bolsa Comex de Nueva York, la plata aún cotiza por debajo de su máximo histórico de US$50,35 por onza alcanzado en enero de 1980. El metal se beneficia de la llamada “apuesta contra la devaluación”, con inversionistas volcándose al bitcoin, al oro y a la plata ante el temor de que la inflación y los déficits fiscales erosionen el valor de los activos financieros. Además, más de la mitad de la demanda global proviene de sectores industriales como paneles solares y turbinas eólicas, y se espera que el consumo supere la oferta por quinto año consecutivo en 2025.
¿Qué impulsa la tensión en el mercado de Londres?
La posibilidad de que Estados Unidos imponga aranceles sobre la plata ha provocado una carrera por enviar metal al país, reduciendo existencias en Londres y encareciendo el financiamiento. Esto ha generado una inversión inusual del diferencial positivo habitual entre Nueva York y Londres. La plata suele moverse en paralelo con el oro y mantener una fuerte correlación negativa con el dólar y las tasas de la Fed, aunque su volatilidad y la presencia activa de inversionistas minoristas la hacen especialmente sensible a los cambios de mercado.