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Entre los gobiernos de Pedro Castillo y Dina Boluarte, se registrado nueve cambios de ministro.

Desde julio de 2021, cuando Pedro Castillo asumió la presidencia del Perú, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) ha tenido nueve ministros en poco más de cuatro años, una cifra sin precedentes en el sector.

Este ritmo de rotación —un promedio de un ministro cada cinco meses— ha impactado directamente en la continuidad de políticas públicas, la formalización minera y el avance de proyectos de inversión energética.

El primero en asumir el cargo fue Iván Merino Aguirre, quien inauguró la gestión del MINEM en julio de 2021. A partir de entonces, la cartera pasó por los despachos de Eduardo González Toro, Alessandra Herrera Jara, Carlos Palacios Pérez, nuevamente Alessandra Herrera Jara, Oliverio Muñoz Cabrera, Óscar Vera Gargurevich, Rómulo Mucho Mamani y finalmente Jorge Montero Cornejo, quien cerró su gestión en mayo de 2025.

Impacto directo en la inversión minera

El MINEM es el ente rector del sector que concentra más del 60% de las exportaciones nacionales y una de las principales fuentes de recaudación fiscal. Sin embargo, la falta de estabilidad institucional ha retrasado la ejecución de proyectos por miles de millones de dólares y ha limitado la implementación de políticas de competitividad de largo plazo.

Según estimaciones del sector, la cartera de proyectos mineros del Perú supera los US$ 53.000 millones, aunque varios permanecen estancados o en revisión. La falta de continuidad en la gestión ha ralentizado los procesos de aprobación y supervisión técnica, afectando la predictibilidad que los inversionistas exigen.

Desafío de gobernabilidad y agenda minera pendiente

La rotación de ministros también ha debilitado la capacidad del Estado para articular con los gobiernos regionales y las comunidades, un componente clave para la gobernanza minera.

Mientras la Ley MAPE y la transición del REINFO siguen pendientes de consolidación, la inestabilidad ministerial ha dificultado avanzar en una política sostenida de formalización y sostenibilidad ambiental.

En materia energética, los cambios reiterados han frenado la ejecución de proyectos de transmisión, electrificación rural y masificación del gas natural, pilares del desarrollo descentralizado del país.


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Necesidad de estabilidad y visión técnica

La coyuntura actual plantea al próximo titular del MINEM un reto central: restablecer la estabilidad técnica del sector.

El desafío será garantizar continuidad, fortalecer la institucionalidad y reducir los ciclos políticos que interrumpen la gestión minera y energética.

La industria requiere un liderazgo técnico con visión de largo plazo, capaz de combinar inversión, sostenibilidad y eficiencia regulatoria, pilares indispensables para mantener al Perú como una potencia minera y energética confiable en la región.