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La empresa fortalece el proyecto Amarillo Grande con financiamiento privado y resultados geofísicos que abren nuevas oportunidades de expansión.
La canadiense Blue Sky Uranium Corp. dio un paso clave en su estrategia de crecimiento al anunciar nuevos resultados del estudio geofísico de polarización inducida (ET) en el objetivo Ivana Gap, dentro del Proyecto de Uranio-Vanadio Amarillo Grande, en Río Negro, Argentina.
El estudio, ejecutado por Minera Cielo Azul S.A., detectó una anomalía de cargabilidad de 1.400 metros de ancho, situada entre 30 y 60 metros bajo superficie, que podría extender la mineralización del depósito Ivana hacia el norte.
Este descubrimiento refuerza la continuidad geológica del distrito y consolida a Amarillo Grande como una zona de alto potencial para la inversión en minerales críticos, en un contexto de creciente demanda global de uranio y vanadio para la transición energética.
Financiamiento y expansión del proyecto
Los trabajos son financiados por Ivana Minerales S.A. (IMSA), empresa conjunta establecida con capitales vinculados al empresario argentino Eduardo Eurnekian, que posee opción de adquirir hasta el 100% de participación en determinados objetivos de exploración dentro del proyecto.
Este respaldo financiero privado garantiza la continuidad de las operaciones y demuestra la confianza de los inversionistas locales en el potencial del recurso nuclear argentino.
El presidente y CEO de Blue Sky, Nikolaos Cacos, destacó que el nuevo estudio “marca un paso importante hacia el descubrimiento de nuevas zonas mineralizadas en Amarillo Grande, ampliando las oportunidades de inversión y desarrollo minero en el país”.
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Próximos pasos: perforación diamantina y valorización de activos
Los resultados del estudio geofísico serán la base del programa de perforación diamantina programado para el cuarto trimestre de 2025, cuyo objetivo es confirmar la extensión del frente REDOX y aumentar los recursos medidos e indicados del proyecto.
Con ello, Blue Sky Uranium busca incrementar el valor económico de Amarillo Grande y posicionarlo entre los principales activos de uranio y vanadio en América Latina, claves para el abastecimiento energético y la producción de baterías de próxima generación.