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El sector prioriza la fiabilidad operativa y la disciplina de mantenimiento frente a riesgos externos como geopolítica y sostenibilidad.
La complejidad operativa se posiciona como el principal riesgo comercial para la industria global de minería y metales en 2026, según el informe “Los 10 principales riesgos y oportunidades comerciales en minería y metales 2026” de EY. El estudio refleja un giro en las prioridades del sector, que se aleja de riesgos externos como la geopolítica y la sostenibilidad, para enfocarse en la fiabilidad operativa, la disciplina de mantenimiento y la alineación entre planificación y ejecución.
EY advierte que la disminución de las leyes del mineral, la mayor profundidad de los yacimientos y el envejecimiento de los activos dificultan garantizar una producción estable. Además, retrasos regulatorios, escasez de mano de obra y cuellos de botella en infraestructura agravan las limitaciones productivas. La calidad del mineral de cobre, por ejemplo, ha caído un 40% desde 1991, mientras que la capacidad ferroviaria y de planta continúa como obstáculo crítico para la industria.
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La consultora subraya que la falta de alineación entre planificación y ejecución alcanza niveles tan bajos como 30% en algunas operaciones, socavando la previsibilidad de la producción y la confianza de los inversionistas. A esto se suma el deterioro en la disciplina de mantenimiento, impulsado por recortes de costos a corto plazo. EY destaca que el mantenimiento óptimo puede generar ahorros de hasta 15% y extender la vida útil de los equipos, como ocurrió en un caso canadiense con camiones mineros.
¿Cómo enfrenta la industria este nuevo escenario?
Los costos y la productividad escalaron del sexto al segundo lugar en el ranking de riesgos, impulsados por mayores precios energéticos, laborales, regalías y aranceles. EY señala que estos costos han sido parcialmente enmascarados por precios altos de materias primas, aunque las pérdidas de productividad son estructurales. Para revertir esta tendencia, la consultora considera clave la innovación digital y la automatización, que permitirán integrar operaciones basadas en datos, reducir costos y aumentar la eficiencia operativa en un entorno de márgenes cada vez más estrechos.