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El metal retrocedió tras fraudes bancarios en EE.UU. y roces entre Washington y Pekín, aunque mantiene leves ganancias semanales.
El cobre y otros metales industriales cerraron a la baja ante el aumento de la incertidumbre financiera en EE.UU. y las tensiones comerciales con China. El cobre, considerado un termómetro de la economía global, retrocedió 0,7% en la Bolsa de Metales de Londres, recortando su ganancia semanal al 0,4%. La semana pasada había alcanzado los US$11.000 por tonelada, su nivel intradía más alto desde mayo de 2024, impulsado por temores de escasez de oferta.
La caída se produjo luego de que dos bancos regionales estadounidenses revelaran fraudes vinculados a préstamos comerciales, lo que encendió alarmas sobre la solvencia crediticia. A este escenario se sumaron las declaraciones del ministro chino de Comercio, Wang Wentao, quien responsabilizó a Washington por una escalada en las tensiones comerciales. La falta de datos económicos por el cierre del gobierno estadounidense añadió más incertidumbre a los mercados globales.
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En la sesión asiática, el cobre bajó 0,8% hasta los US$10.567 por tonelada a las 11:33 en Pekín. El zinc también cayó 0,6% hasta US$2.951,50 la tonelada, mientras que otros metales básicos de la bolsa registraron pérdidas generalizadas. Los futuros del mineral de hierro retrocedieron 0,7% a US$104,25 la tonelada en Singapur, y las operaciones en yuanes en Dalian siguieron la misma tendencia bajista.
¿Qué factores seguirán marcando el precio del cobre?
Los analistas anticipan que las tensiones geopolíticas y las señales de debilidad crediticia en EE.UU. seguirán presionando los precios de los metales industriales en el corto plazo. La preocupación por la demanda en los dos mayores consumidores de cobre, EE.UU. y China, junto con señales de exceso de oferta, podrían intensificar la volatilidad del mercado. El comportamiento del cobre continuará siendo un indicador clave para medir la salud económica global en los próximos meses.