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Argentina reconfigura su perfil como destino de inversión minera en la región.
El Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) prevé que Argentina podría subir entre 20 y 30 posiciones en su Mining Contribution Index (MCI) en los próximos años, impulsada por el crecimiento sostenido de sus exportaciones de litio, cobre y oro.
La proyección se basa en la expansión de la producción de minerales críticos para la transición energética y en la consolidación de nuevas inversiones en las provincias del norte del país.
Actualmente, Argentina ocupa el puesto 107 de 110 economías, según los datos del MCI correspondientes a 2022. Sin embargo, el ICMM aclara que esta ubicación no refleja un bajo desempeño, sino una economía diversificada, donde la minería está ganando protagonismo como motor de crecimiento productivo y fuente clave de divisas.
Litio, cobre y oro: los motores del ascenso
El informe del ICMM subraya que el litio será el principal impulsor del salto argentino en el índice, dada su acelerada expansión.
En solo tres años, el país triplicó su producción de litio y se consolidó como tercer productor mundial, detrás de Chile y Australia.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) proyecta que las exportaciones mineras alcanzarán US$ 5.088 millones en 2025, una cifra récord impulsada por la entrada en operación de nuevos proyectos en Catamarca, Jujuy y Salta.
El cobre, por su parte, comienza a recuperar protagonismo con el avance de iniciativas de exploración y desarrollo en San Juan y Catamarca, mientras que el oro mantiene un papel relevante en la generación de exportaciones y empleo en el noroeste argentino.
Estos tres metales conforman el núcleo de la nueva etapa de expansión minera que, según el ICMM, podría reposicionar a Argentina en torno al puesto 75 del ranking global.
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Mayor inversión y gobernanza sostenible
El ICMM advierte que el ascenso del país en el índice dependerá de la calidad institucional y la estabilidad regulatoria, factores clave para atraer capital de largo plazo.
En ese sentido, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) se presenta como una herramienta estratégica para consolidar el flujo de inversiones en el sector minero.
A pesar de que la carga tributaria efectiva ronda el 53 %, una de las más altas a nivel internacional, la minería se ha consolidado como el quinto complejo exportador argentino, con más de 100.000 empleos directos e indirectos y una cartera de proyectos que supera los US$ 20.000 millones en distintas etapas de desarrollo.
Hacia un nuevo ciclo de protagonismo minero
El ICMM concluye que Argentina tiene el potencial de convertirse en uno de los polos mineros más dinámicos de Sudamérica, combinando crecimiento productivo, diversificación y sostenibilidad.
“El país podría avanzar hasta 30 posiciones en el índice, impulsado por su papel creciente en el suministro de litio y otros minerales esenciales para la transición energética”, destaca el informe del Consejo.
Con una demanda mundial sostenida de metales estratégicos y un renovado interés de los inversores globales, Argentina se perfila como un actor clave en la minería del futuro, capaz de transformar sus recursos en competitividad y desarrollo regional.
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