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El gigante asiático domina el 70% de la extracción, el 85% de la refinación y el 90% de la producción de aleaciones e imanes.
El mercado de las tierras raras enfrenta una crisis estructural sin precedentes. Según la consultora AlixPartners, China controla el 70% de la minería global, el 85% de la capacidad de refinación y cerca del 90% de la producción de aleaciones metálicas e imanes que abastecen a industrias clave como la automotriz, energética y tecnológica.
Esta hegemonía ha permitido a Beijing imponer restricciones a la exportación de 17 elementos estratégicos, entre ellos el iterbio, el holmio y el europio, componentes esenciales en motores eléctricos, turbinas eólicas y equipos de defensa.
Las medidas, que entrarán en vigor en noviembre, ya generan un alza proyectada de hasta 25% en los precios internacionales, según estimaciones de SC Insights, además de retrasos en las cadenas de suministro industriales.
Impacto directo en la industria global
Las consecuencias son inmediatas. Los fabricantes de automóviles reportan escasez crítica de materiales para producir motores y sistemas eléctricos.
“Podrían cerrarse plantas en dos meses si no se estabiliza el suministro”, advirtió Ryan Grimm, vicepresidente de compras de Toyota Motor North America.
El proveedor alemán Bosch y el surcoreano Hyundai reconocieron que sus inventarios de tierras raras ya están agotados, mientras que las nuevas órdenes de compra enfrentan demoras de hasta 45 días en transporte marítimo desde China hacia Europa.
El CEO de la alemana NMD, Nadine Rajner, explicó que aunque países como Suecia o Canadá poseen recursos geológicos, no cuentan con la capacidad de refinación industrial para reemplazar la producción china. “En el caso de las tierras raras pesadas, China domina el 99,8% de la refinación mundial”, precisó.
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Inversiones en exploración y reciclaje
Ante este escenario, las inversiones mineras en tierras raras y minerales críticos se han intensificado.
Australia, Canadá y Estados Unidos encabezan los nuevos proyectos, con una inversión conjunta superior a US$ 10.000 millones para el desarrollo de minas y plantas de procesamiento.
En Europa, la compañía Neutral, respaldada por Renault, recicla tierras raras de 400.000 vehículos al año, y mantiene contratos con 15 fabricantes automotrices. Sin embargo, su capacidad representa menos del 2% del volumen global necesario para sostener la demanda del sector eléctrico.
Los analistas coinciden en que el déficit de refinación fuera de China requerirá inversiones equivalentes a entre US$ 20.000 y US$ 25.000 millones durante la próxima década para estabilizar la oferta mundial.
Riesgo y oportunidad para el mercado minero
El especialista Andy Leyland, de SC Insights, advirtió que “China puede mantener los precios artificialmente bajos para frenar la competencia internacional”, aunque destacó que el contexto actual está creando oportunidades de inversión en minería de neodimio, praseodimio y disprosio, elementos clave en motores eléctricos y turbinas.
Por su parte, Jan Giese, directivo de la comercializadora Tradium, señaló que “las restricciones chinas no terminarán aquí” y que el mercado debe prepararse para nuevas limitaciones en 2026, lo que podría revalorizar las reservas occidentales en hasta 30%.
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Un nuevo mapa para la minería global
La actual crisis está redefiniendo el mapa de la minería mundial. Las naciones con potencial geológico —como Australia, Brasil, Groenlandia, Argentina y Canadá— podrían convertirse en actores estratégicos si logran atraer inversión privada y desarrollar su infraestructura de procesamiento.
El dominio del 90% de la cadena de valor por parte de China ha dejado de ser solo un desafío comercial.
Hoy representa una amenaza estructural para la seguridad minera y tecnológica global, pero también una oportunidad de oro para las nuevas inversiones que buscan diversificar el suministro y reducir la dependencia del gigante asiático.