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Yacimientos más profundos, leyes en declive y altos costos energéticos presionan la rentabilidad y aceleran la búsqueda de eficiencia e innovación.
La consultora EY advirtió que la complejidad operativa se convertirá en el principal desafío para la industria minera y de metales de cara a 2026, en medio de lo que define como una “nueva era de imprevisibilidad”. Según su informe global, las empresas enfrentan crecientes dificultades derivadas de yacimientos más profundos, leyes minerales en declive y activos envejecidos, factores que complican la producción y afectan la confianza de los inversionistas.
El estudio, basado en una encuesta a 500 altos ejecutivos del sector, señala que la variabilidad productiva, la falta de integración operativa y los elevados costos de energía y mano de obra también presionan la rentabilidad de las compañías.
“Los costos de energía y mano de obra siguen siendo obstinadamente altos, y los nuevos aranceles, regalías y cadenas de suministro interrumpidas están aumentando los costos logísticos y de adquisición”, indicó EY. Ante ello, las empresas mineras buscan estrategias alternativas de crecimiento y modelos más sólidos de control de riesgos. En los últimos tres años, el sector ha incrementado su inversión de capital al tiempo que ha reducido los pagos a los accionistas, reflejando una mentalidad de expansión. Los inversionistas apoyan este cambio, especialmente en el cobre, donde la brecha de oferta abre oportunidades estratégicas.
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El reporte destaca además una tendencia hacia la creación de valor en origen, con mayor procesamiento y refinación nacional, reciclaje de materiales y alianzas para compartir costos de capital y resolver desafíos técnicos y ambientales. EY advierte, sin embargo, que el agotamiento progresivo de las reservas de alta calidad podría generar déficits de oferta, volatilidad de precios y tensiones geopolíticas. Aunque la demanda global de minerales requeriría una inversión de US$5,4 billones en los próximos años, las inversiones en exploración disminuyeron a US$12.500 millones en 2024, frente a los US$12.900 millones del año anterior.
¿Cómo puede la digitalización mitigar los desafíos operativos en minería?
Según EY, la escasez de habilidades técnicas es otro factor crítico que amenaza la productividad y la seguridad, con el 75% de los ejecutivos sin claridad sobre cómo resolverla. La firma identifica carencias en áreas clave como planificación minera, ingeniería de procesos, sostenibilidad y cumplimiento normativo. En respuesta, la transformación digital y la inteligencia artificial ganan terreno como herramientas para optimizar costos, productividad y sostenibilidad. No obstante, solo el 21% de las empresas planea aumentar significativamente su inversión en IA, debido a un retorno limitado hasta ahora. EY concluye que un enfoque integral basado en datos unificados y alineado al negocio podría generar un valor mucho mayor, potenciando tanto la eficiencia operativa como las capacidades humanas.