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Una nueva señal de contango y el incremento de producción global presionan a la baja al crudo según reportes recientes del mercado.
El petróleo retrocedió a su nivel más bajo desde junio luego de que un indicador clave mostrara debilidad y la OPEP advirtiera que la oferta global superó la demanda antes de lo previsto. El West Texas Intermediate cayó 4,2% hasta rondar los US$58,50 por barril y entró brevemente en contango, reflejando expectativas de mayor abundancia de crudo.
La OPEP corrigió sus proyecciones y pasó de anticipar un déficit a prever un excedente en el tercer trimestre debido a la aceleración de la producción del grupo y al dinamismo del bombeo estadounidense. El organismo señaló que la oferta superó la demanda en 500.000 barriles diarios, mientras analistas como Rebecca Babin alertaron que el debilitamiento de los plazos presiona aún más al mercado.
Los fondos tendenciales también han intensificado sus ventas, reforzando la presión bajista. Dan Ghali indicó que “la volatilidad persiste, pero prevemos que los CTA venderán próximamente cerca del 25% de su volumen máximo en crudo WTI y el 10% en Brent”, y agregó que una caída sostenida por debajo de US$58,50 podría activar liquidaciones adicionales en el contrato de referencia estadounidense.
¿Seguirán ajustándose los precios del crudo en el corto plazo?
Aunque el mercado físico muestra debilidad, las primas de combustibles refinados como gasolina y gasóleo subieron ante interrupciones en refinerías, incluidos recientes ataques a plantas rusas. En este contexto, Lukoil busca extender sus periodos de gracia frente a sanciones estadounidenses impuestas junto con Rosneft, según reportó Reuters.