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Un informe del BBVA proyecta más de US$25.000 millones en envíos gracias al impulso del litio y al avance de grandes proyectos cupríferos.

La minería argentina atraviesa un momento decisivo: un informe del BBVA estima que el país podría quintuplicar sus exportaciones hacia 2033, superando los US$25.000 millones. El crecimiento se apoyaría en el avance del litio, que podría aportar hasta el 20% del suministro global, y en la mayor demanda internacional de minerales críticos vinculados a la transición energética, una tendencia que viene elevando precios y abriendo oportunidades para los productores estratégicos.

El sector hoy representa menos del 1% del PBI y cerca del 6% de las exportaciones, concentradas principalmente en cinco provincias, mientras más del 70% del territorio permanece subexplorado. Según BBVA Research, este escenario coincide con un contexto global que acelera la demanda de litio, cobre, cobalto y tierras raras, fundamentales para baterías, electromovilidad y energía renovable. Para Argentina, la combinación de recursos geológicos y capacidad operativa permite imaginar un salto estructural en producción y comercio exterior.

El litio se consolidó en 2024 como eje de la matriz exportadora minera tras superar a la plata y representar alrededor del 14% de los envíos, 16% en septiembre, impulsado por nuevas operaciones. El país mantiene una amplia cartera de proyectos, incluidos Fénix, Caucharí-Olaroz, Centenario Ratones, Tres Quebradas, Rincón, Mariana, Pozuelos Pastos Grandes y Sal de Vida, que fortalecen su posición como referente del Triángulo del Litio. BBVA prevé que, con nuevas puestas en marcha, Argentina podría abastecer hasta una quinta parte del mercado mundial hacia 2033.

¿Cuánto puede aportar el cobre al crecimiento minero argentino?

Aunque el país no produce cobre desde 2018, alberga iniciativas de clase mundial con un potencial de inversión de US$35.000 millones. Su entrada en operación, ninguna antes de 2028, podría elevar las exportaciones mineras a más de US$11.000 millones anuales hacia 2033, posicionando al cobre como el principal motor del crecimiento. No obstante, el informe advierte que persisten desafíos estructurales que condicionarán la velocidad de desarrollo de estos proyectos.